Dra. Jimena Alguacil Césari.

Abogada argentina y española, consultora en compliance para empresas que operan en múltiples jurisdicciones. Ex- CEO de Riskallay, un SaaS que automatiza Due Diligence & KYC, mapeando los riesgos de la cadena de valor de sus clientes. Profesora internacional en más de diez universidades y escuelas de negocio de Europa y Latinoamérica, se desempeña como speaker internacional en congresos y eventos internacionales.

En 2018 cofundó TOTH Compliance, firma que desarrolla estrategias de comunicación, formación y comunicación en compliance y riesgos con contenido animado, además de impartir formación a la alta dirección y promover la sensibilización en compliance mediante estrategias de gamificación.


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Definición de la función de Compliance en 120 caracteres.

Compliance es una ventaja competitiva: protege, ordena y acelera el negocio. Reduce riesgos, mejora decisiones y genera confianza real con clientes, proveedores, reguladores y el mercado.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo? Breve descripción de las tareas que realiza como consultora experta.

Lo que más me gusta de mi trabajo es poder acompañar organizaciones en más de 11 países de Latinoamérica. La visión multijurisdiccional te abre la cabeza: cada país tiene su cultura, sus riesgos y sus formas de operar, y eso te obliga a pensar compliance desde una lógica mucho más amplia que la normativa local.

Siempre tuve el temor, muy propio de quienes venimos del derecho, de quedarme con una mirada demasiado territorial. Es lo lógico: te forman para pensar dentro del marco de tu jurisdicción. Pero la vida y la experiencia me demostraron exactamente lo contrario. Hoy, lo que más disfruto es conectar esos mundos, entender cómo conviven los riesgos entre países y ayudar a las empresas a construir estructuras que funcionen de manera coherente sin importar dónde operen.

¿Cómo llegó a trabajar en asuntos de compliance e integridad? Antecedentes académicos y breve recorrido profesional.

Llegué a compliance casi sin buscarlo, pero con todas las piezas alineándose para que así fuera. Me fui a vivir a España en 2011, homologué mi título argentino en la Universidad Complutense de Madrid y justo en ese momento empezaba a desarrollarse en España la responsabilidad penal de la persona jurídica. En mi maestría en Abogacía fue uno de los temas centrales y me apasionó desde el primer día: era ver el derecho realmente conectado con la gestión y con la vida interna de las organizaciones.

Desde el inicio de mi carrera trabajé siempre como consultora, primero para empresas americanas que operaban en España y, a partir de 2015, para compañías europeas —francesas, alemanas, italianas e inglesas— que necesitaban adaptar sus modelos de cumplimiento al entorno español. Ese recorrido me dio una visión profundamente multijurisdiccional. Incluso tuve la oportunidad de trabajar con el FCBarcelona, en temas de riesgos. Ahí terminé de entender que compliance no es solo normativa: es estrategia, gobernanza, cultura y una herramienta poderosa para fortalecer organizaciones en cualquier país.

¿Cómo fue que se transformó en emprendedora? Historia sobre la creación de TOTH Compliance, qué lugar ocupa hoy en el ecosistema de compliance local y cómo lo ve en el futuro.

La creación de TOTH está directamente relacionada con mi maternidad. Durante mis años en relación de dependencia en España trabajaba en entornos muy intensos: muchos viajes, reuniones eternas, jornadas larguísimas. Cuando con Lucas nos planteamos ser papás, vimos claro que ese estilo de vida no era compatible con la familia que queríamos construir, especialmente viviendo en el extranjero sin una red de sostén. Emprender no fue una opción romántica ni una rebeldía profesional: fue una necesidad. Queríamos ser padres presentes sin renunciar a una carrera que nos apasionaba.

A eso se sumó algo muy personal: mi exceso de energía, organización y planificación, que en algunos puestos corporativos se veía mal o como “demasiado”. Al emprender, todo ese motor se convirtió en mi mayor fortaleza. Fue exactamente lo que impulsó el crecimiento de TOTH desde el primer día. Hoy trabajamos con más de 100 clientes en toda Iberoamérica, y contamos con un equipo increíble, lleno de talento, energía y compromiso.

TOTH ocupa hoy un lugar muy particular en el ecosistema de compliance: combinamos contenido técnico sólido con formatos innovadores, consultoría estratégica y un enfoque profundamente humano. Y creo que ese es nuestro diferencial para el futuro. Veo a TOTH creciendo como un actor regional que ayuda a profesionalizar el compliance en Latinoamérica, aportando no solo conocimiento, sino cultura, criterio y agilidad.

Si algo aprendí de todo este camino es que emprender no solo me permitió ser mamá presente: me permitió construir una organización que refleja exactamente cómo creo que se debe trabajar en compliance en nuestra región.

¿Qué consejo le daría a un nuevo profesional que comienza la carrera su carrera en Compliance?

A quien empieza en compliance le diría algo simple: no se enamore de la normativa, enamórese del negocio. La ley es el marco, sí, pero el verdadero valor está en entender cómo funciona la organización, dónde están los riesgos reales y cómo ayudar a que las cosas pasen. Segundo: pidan evidencia siempre. Lo que no se puede demostrar, no existe. Tercero: construyan relaciones. Compliance no avanza por autoridad, avanza por confianza. Y por último: mantengan la curiosidad. Compliance cambia todo el tiempo. Quien aprende rápido, observa bien y mantiene criterio propio, crece muchísimo más que quien solo sigue un check list.

¿Cómo ve el desarrollo del Compliance en Argentina? ¿Y en Latinoamérica? ¿Qué le falta ?

En Argentina veo un desarrollo de compliance que avanzó muchísimo en los últimos años, pero de forma desigual. Hay sectores —financiero, energía, pharma, telecomunicaciones— que ya incorporaron modelos de cumplimiento más maduros, mientras que otras industrias recién están empezando a entender el valor estratégico del área. Lo positivo es que cada vez más empresas hablan de riesgos, gobernanza e integridad con una mirada menos formalista y más orientada al negocio.

A nivel regional, Latinoamérica está creciendo muy rápido. Países como Colombia, México, Brasil, Chile y Perú han impulsado reformas, guías y sanciones que obligaron a profesionalizar el compliance. Las organizaciones ya no preguntan “si hace falta”, sino cómo hacerlo mejor y cómo insertarlo en operaciones multinacionales. Lo que falta, y mucho, es pasar del documento a la operación real: controles que funcionen, debida diligencia constante, trazabilidad y evidencia que resista auditorías internas y externas.

En toda la región el gran desafío sigue siendo el mismo: madurar la cultura. Ahí está la brecha. Las leyes avanzaron, los modelos también, pero la cultura organizacional muchas veces va por detrás. Y es imposible tener un programa sólido sin liderazgo comprometido, métricas claras y equipos que entiendan que compliance no es un freno: es una ventaja competitiva.

Si logramos cerrar esa brecha cultural, Latinoamérica puede convertirse en una región referente en integridad corporativa.


 

¿Qué soñaba ser de grande cuando era niña? 

Abogada, siempre. Era mi respuesta automática desde chica… y terminé encontrando mi lugar en el compliance.

¿Cuál es el último libro que leyó? ¿Lo recomienda?

El hombre invisible, de José Saramago. Sí, totalmente recomendable. Te deja pensando más de lo que esperás.

¿Qué destino recomienda para ir de vacaciones y desconectar?

Tailandia. Cualquier rincón. Es imposible no relajarse ahí.

Un defecto que le recriminen, una virtud que le celebren.

Virtud: mi capacidad de organización y mi energía inagotable.
Defecto: lo mismo… mi energía inagotable (a veces no todos la disfrutan).

Estamos muy pendientes del móvil. ¿Cuál es su app preferida?.

Google Maps. Sin eso no existo. Viajes, logística, rutas… me salva siempre.

Por favor, comparta un deseo para el futuro.

Seguir creciendo profesionalmente sin perder presencia en mi vida personal, que TOTH siga expandiéndose con propósito… y ver de cerca el crecimiento de mi hijo.

 

¡Muchísimas gracias Jimena por compartir esta entrevista tan generosa con Todocompliance! ¡Ha sido un experiencia de mucho aprendizaje colaborar con TOTH Compliance este 2025 !


 

 

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