Gianfranco Barchiesi
Abogado Investigador de la Agencia Alemana de Intercambio Académico (DAAD). Especialista en Compliance y Prevención de Lavado.

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Desde Todocompliance.com entrevistamos a Gianfranco Barchiesi, abogado mendocino especialista en Compliance y Prevención de Lavado, quien actualmente se desempeña como investigador doctoral en la Justus-Liebig-Universität Gießen (Alemania) y becario del DAAD.

Gianfranco se reunió virtualmente con Maria Josefina Orozco, directora de Todo Compliance: nos contó de su presente, los planes para el futuro y compartió algunas ideas sobre el Compliance Corporativo.

¿cómo fue que decidió realizar un doctorado relacionado con compliance en Alemania?

Desde muy chico tengo la intención de hacer estudios de posgrado en el exterior. Es algo que sin darme cuenta tengo incorporado desde que tengo memoria. La oportunidad de estudiar en París le cambió la vida a mi abuelo y como familia hicimos un esfuerzo para que mi padre completara una maestría en Barcelona. Sospecho que es un sueño heredado.

Alemania fue el país elegido como destino tanto por la calidad de su sistema universitario como por su generoso programa de becas, y mi postulación era competitiva por hablar el idioma. El hecho de que más de un pariente hablara alemán y tener raíces aquí también, forjó una cercanía con el país y me quitó el miedo al idioma y la cultura. En este proceso el Instituto Goethe jugó un rol central y les estoy profundamente agradecido. Quien quiera acercarse a Alemania puede dar allí el primer paso.

¿QuÉ recomendaría a aquella persona que quiera estudiar en el exterior? ¿Nos comparte algunos tips?

Lo más importante es tratar de encauzarse en una “vía” que le facilite el proceso. Yo no tuve esa posibilidad y eso me dificultó mucho la postulación. Espero al menos que mi experiencia le sea útil a otros en Latinoamérica. Es mejor llegar siguiendo los pasos de alguien más que ya haya pasado por el proceso, antes que intentar abrirse camino por sí solo entre las reglamentaciones locales.

Hay que entender que el sistema universitario alemán es radicalmente diferente al nuestro y estas divergencias dificultan el intercambio, en particular en el área de Derecho. En sectores con escasez de profesionales y cuya investigación recibe mayor financiamiento, como pueden ser las ciencias naturales, los propios equipos de investigación encuentran maneras para allanarle el camino al estudiante extranjero y concretar su estadía porque dependen de ellos. Por el contrario, en áreas donde no se percibe una escasez de profesionales y es más difícil integrarse, como pueden ser las ciencias jurídicas, suele ser el propio estudiante quien debe encontrar vías para superar estos obstáculos. A pesar de que hay organizaciones que fomentan el intercambio, estas dificultades administrativas o culturales entorpecen mucho la experiencia. Es por este motivo que el principal “tip” es tratar de encontrar una senda ya marcada, y esto es más difícil en áreas sin tradición de intercambio.

Dicho esto y considerando que necesitaríamos un verdadero manual para explicar el proceso de postulación, creo que podemos resumir el camino de la siguiente manera. La prioridad es encontrar alguien con la misma especialidad y con un genuino interés por el aporte que uno puede hacer en la materia. No tener miedo ni vergüenza de ponerse en contacto, pero ser muy concreto, completo y contundente en la comunicación, siempre teniendo en cuenta que a nadie le sobra el tiempo. Si se llega a un acuerdo para poner en marcha un proyecto luego todo es más fácil: una vez que te conocen y advierten una capacidad para trabajar es fácil recibir apoyo. Aquí la financiación sobra; lo que faltan son vínculos, proyectos y gente que los lleve adelante.

Dice que financiamiento sobra, pero ¿cómo se sustenta un estudiante latinoamericano con dedicación exclusiva al estudio?

Esto varía de país en país. En Alemania se prioriza la financiación en investigación científica, la cual se canaliza a través de diferentes organismos privados, aunque en última instancia con un estrecho vínculo con el sector público. En mi caso concreto mis estudios son financiados por la Agencia Alemana de Intercambio Académico (DAAD), que es la más grande del mundo. La beca le permite a uno vivir tranquilamente, aunque sin holgura, pero es un verdadero privilegio que un país extranjero lo escoja a uno y le costee los estudios. Haber sido seleccionado y que mi proyecto haya recibido su financiamiento es para mí un verdadero honor y estoy profundamente agradecido al DAAD, la JLU-Gießen y a mi director Prof. Dr. Thomas Rotsch.

En verdad cada país debe ofrecer becas de estudios en el exterior a sus propios estudiantes. Estamos tan lejos de esto que nos resulta irrisorio, pero este es un espacio donde la Argentina debe dejar el nacionalismo de lado y evaluar las ventajas que acarrea la especialización en el exterior de sus mejores estudiantes. Las becas se otorgan generalmente contra el compromiso de volver al país de origen una vez terminado el programa. En Berlín, por ejemplo, conocí abogados jóvenes oriundos de Turquía a quienes su gobierno les cubría sus gastos por 5 años para aprender alemán, realizar un máster y un doctorado. A cambio debían comprometerse a volver por igual tiempo a Turquía, donde se les asegura un puesto Universitario. Formatos como este son comunes en otros países y es imperioso que la Argentina desarrolle programas equivalentes.

¿Cómo transcurre el día a día de un doctorando?

Una de las cosas más lindas de esta experiencia es poder diagramar la propia rutina. Normalmente no hay horarios fijos. Lo que sí hay son objetivos y plazos. Esta flexibilidad puede ser un arma de doble filo. Organizar los propios tiempos de manera eficiente y eficaz día a día es un desafío, quizás el principal, donde un error en el time management puede dejar los proyectos a la deriva. Las vacaciones y fines de semana son los que uno se conceda, o más bien los que el proyecto permita. En los hechos esto significa trabajar más horas y muchos fines de semana con pocas vacaciones, pero si me organizo puedo hacer un asado el miércoles al mediodía.

En lo que hace a mis estudios, la mayoría del tiempo lo paso leyendo y ordenando lo que leo para hallarlo a la hora de escribir. Otro desafío consiste en desarrollar los instrumentos necesarios para navegar el océano de material bibliográfico que ofrecen las bibliotecas. Encontrar autores que aborden las preguntas concretas que debemos responder es una ardua tarea y no se puede leer todo lo que pasa enfrente de uno. Este es otro aspecto donde hay mucho espacio para crecer en Argentina, ya que es muy escaso el material disponible en las universidades del interior del país.

¿Cuáles son sus planes para el futuro?

A futuro espero poder desarrollarme como consultor especializado, ya sea en el sector privado o público. Se entiende muchas veces que un doctorado es el primer paso en una carrera académica. Personalmente creo en una estrecha vinculación entre el mundo académico y la praxis profesional. Es por este motivo que he planteado mi investigación doctoral con una perspectiva práctica, con la intención de crear vasos comunicantes entre distintas ciencias y de adquirir conocimientos que luego tengan aplicación inmediata en el campo.

Podría desarrollar en líneas generales el motivo de su trabajo de investigación y lo que espera aportar al desarrollo de compliance.

Ni bien comencé a especializarme en Compliance y Prevención de Lavado de Activos advertí que uno de los desafíos para los profesionales locales era tratar de aplicar compliance, un sistema de prevención concebido en el contexto legal y socioeconómico norteamericano, en la Argentina. Esto era por momentos doblemente difícil para quienes pertenecían a empresas multinacionales y recibían un programa de integridad desarrollado por la casa matriz, en un contexto muy distinto al argentino. En estos casos se entiende que es necesaria una “adaptación” del programa a la realidad local. Mathias Kleinhempel, uno de los principales impulsores de la materia en el país desde el Centro de Gobernabilidad y Transparencia (IAE Business School – Universidad Austral), hace especial hincapié en este punto y fue la inspiración de mi proyecto.

Mi investigación trata sobre la necesaria adaptación de los programas de integridad de multinacionales a la realidad de sus subsidiarias en el extranjero. Esto implica –lógicamente– un análisis de los riesgos presentes en la subsidiaria y la adecuación del programa en consecuencia. En principio la tarea acabaría aquí, mas visto en mayor profundidad, es fácil reconocer muchos otros factores que demanden cambios en dicho programa. Qué rol ocupan aquí la cultura local y la idiosincrasia de la población, la situación socioeconómica, las prácticas locales en la materia de compliance, entre otras cuestiones. es la pregunta que intento responder con esta estadía de investigación. Una respuesta única no es posible, pero sí quizás el desarrollo de algunos principios rectores que comiencen a echar luz respecto este proceso sobre el cual poco se ha escrito.

¿Cómo ve el desarrollo de compliance en Argentina y en la región? ¿Cómo se lo puede contrastar con la situación en Alemania y el mundo?

Aunque la Argentina estaba ligeramente rezagada con respecto a la región en consagrar la Responsabilidad Penal de la Persona Jurídica y a los Programas de Integridad dentro de su legislación, el área ha experimentado un desarrollo muy significativo en los últimos años. En parte impulsado por multinacionales que ya contaban previamente con programas de integridad, en parte por un sector profesional curioso, moderno y en permanente evolución, hemos podido observar una fuerte difusión de la temática en los últimos 5 años. En este tiempo han proliferado charlas, cursos, libros, reglamentaciones, consultorías y demás iniciativas que impulsan el tema con cada vez más fuerza.

No obstante, este impulso queda rengo en gran medida por la escasa aplicación que ha recibido la Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas. En este sentido, no debemos perder de vista que el principal incentivo para el desarrollo de un programa de integridad es la evitación de sanciones. En la medida que los órganos del estado no avancen sobre las empresas estas no percibirán un riesgo capaz de colocar a los programas de integridad entre sus prioridades.

Estas falencia de la Argentina debe de todos modos ser puesta en perspectiva. En otras latitudes, en países donde el compliance lleva más camino andado, con más recursos, una institucionalidad supuestamente más robusta, y de los cuales se esperaría una mayor enforcement, no se registran muchas investigaciones y sanciones a empresas. Por ejemplo aquí en Alemania, aunque el tema está instalado, falta en mi opinión una aplicación más sistemática de las normas de sanción empresaria. El mismo panorama se replica con diferentes matices en otros países de la región, donde la investigación y sanción de las empresas locales se sigue impulsando principalmente desde Estados Unidos. Es posible que empresas francesas, españolas, italianas o alemanas tengan más riesgo de ser sancionadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos que por sus propios órganos de contralor, los cuales no están ausentes pero deberían tener un mayor poder de fuego. Intuyo que es principalmente este riesgo proveniente del exterior el que impulsa el desarrollo de programas de integridad en estos países. El segundo impulsor es una economía próspera, globalizada y de largo plazo la cual no puede permitirse el riesgo de operar en las sombras.

Surge entonces la pregunta de por qué en la Argentina no se advierte el mismo fenómeno. Pues bien, en verdad la Argentina no ha sido ajena a esta dinámica y en gran medida el impulso que ha tenido la materia sigue esta misma lógica de buscar una protección ante potenciales sanciones del exterior. El motivo por el cual no crece aún más, en especial en el interior del país, es la poca globalización y el escaso crecimiento que ha experimentado la economía Argentina en los últimos años. Esto implica por lo tanto, que para un crecimiento del sector es tan importante una aplicación sistemática de la ley como un mayor crecimiento económico.

¿Se presenta entonces norteamerica como el “Gold StAndard” en lo que hace a la aplicación del compliance?

Creo que hay consenso respecto del rol central que ejerce el Departamento de Justicia junto a la SEC y otros organismos reguladores norteamericanos en la investigación y sanción de inconductas corporativas, no solo en los Estados Unidos sino también en todo el mundo. Este rol de policía corporativa que para bien o para mal ejerce en los hechos Estados Unidos, es un lugar que el resto del mundo occidental le ha concedidoy sobre el cual nos reclinamos. Es luego el deber de cada nación soberana acompañar, competir e incluso disputar este espacio, pero no se observa una voluntad por cuestionar esta hegemonía. En ocasiones, el Departamento de Justicia norteamericano intenta colaborar con las autoridades locales en la investigación de inconductas en el extranjero, pero la iniciativa aparentemente sigue en manos de ese país.

Esto no implica que sea un sistema carente de desafíos. Allí también hay organismos que acusan no contar con los recursos para desempeñar su función. Otro ejemplo son las voces pidiendo nuevas regulaciones en áreas tales como reportes de sustentabilidad y crypto; y otras como antimonopolio donde la normativa presenta múltiples incógnitas. Una característica muy llamativa es que en casi la totalidad de los casos la sanción es acordada con la fiscalía y no impuesta por un juez en una sentencia judicial. Muchos cuestionan la constitucionalidad de las investigaciones internas perfeccionadas por la empresa y puestas a disposición de los fiscales para la autodenuncia. Este modus operandi descongestiona el sistema, pero es contrario a nuestra tradición jurídica y judicial, y sería muy difícil su imitación pacífica con las mismas características.

Gracias Gianfranco por esta entrevista y por brindarnos tu tiempo.

Gracias a vos Josefina por tu interés e invito a los lectores a seguirme en LinkedIn, donde intento publicar regularmente las últimas novedades en compliance."
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